lunes, 18 de octubre de 2010

On BUS BLOG MOUNTED

I. La chica de la sonrisa de cielo

Cada día acude puntual a su cita. Espera a que el mastodonte de acero le abra las puertas de su garganta para aceptar su invitación. Entra con la determinación del que nada teme, luciendo esa expresión de humilde solvencia en su rostro. Con las comisuras de sus labios en ligera concavidad, se adentra con paso lento mientras el suelo parece hundirse bajo unos pies que se comportan como trozos de carne moldeando las tripas de su depredador; como quien pasea lentamente de puntillas sobre una cama elástica. Al llegar a su asiento –siempre colocado en el sentido contrario al de la marcha sin perder de vista al pasado- se acomoda suavemente hasta encajar su cuerpo en él con precisión cosmonáutica. En ese instante inicia su ritual. Escarba en su bolso de mano hasta dar con el reproductor de sonido. Desenrolla los auriculares con la paciencia de un artificiero, tomándose el tiempo suficiente para que su expresión mude la piel. Después de percutir por última vez en su dispositivo, la sensación de plenitud que desprenden sus ojos advierte que la llegada de su hipnosis es inminente. Acto seguido su mirada parece narcotizarse como un neumático que se despresuriza. Se encuentra a unos centímetros de abrir la puerta de su oasis mental. Su satisfacción alcanza tales proporciones que es capaz de generar un campo electromagnético que recubre su silueta y la aísla de cualquier interferencia externa. ¿Qué sonido sería aquel que conseguía que aquella chica perdiera la noción del espacio-tiempo? Después de días y días carcomido por las mordeduras de la voraz ignorancia, no pude contener mis deseos por conocer la verdad. La respuesta me dejó hueco, sin nada coherente que decir que no quebrara la naturaleza de la revelación. Esa chica le robaba el tiempo al pasado en cada trayecto, día tras día. Para ello había registrado todas las conversaciones que mantuvo con su padre durante los últimos dos años vida de éste, siempre bajo su consentimiento. Ahora recuperaba aquellos fragmentos de su existencia para poner banda sonora con su voz de cuna al inicio de cada jornada; lo escenificaba con una limpia sonrisa cosida con un inquebrantable lazo de sangre. En ese momento se transformaba en la chica de la sonrisa de cielo.


[On BUS BLOG MOUNTED es una sección especial -microblog- dentro de esta bitácora que recoge retratos, relatos breves, descripciones y conversaciones inspirados en la observación de los personajes y las diferentes situaciones cotidianas que aquellos protagonizan durante mis trayectos en el bus urbano de Palma]

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